Cuando planificamos un viaje, lo primero que elegimos es el destino. Posteriormente, el tiempo de estancia, decidir si vamos solos o acompañados, y lo siguiente es definir la fecha del viaje considerando el clima del lugar en ese tiempo. Con todo lo anterior, revisamos nuestro presupuesto, armamos nuestro itinerario, compramos los boletos y convenimos el pago por estancias y/o consumos. En este punto de organización, preparamos nuestro equipaje y decidimos viajar, o suspender el viaje, en caso de no disponer de los recursos económicos para hacerlo.
En sentido figurado, cuando un Coach prepara su equipaje para desempeñar su rol, también debe tener claro el destino. Esto empieza en conocer quién es su cliente, si es un acompañamiento individual o colectivo, si es un proceso de vida, un proceso organizacional o uno ejecutivo, entre otros... Posteriormente, revisa la modalidad para realizar el proceso, ya sea en línea, presencial o combinada (híbrido).
Una vez definido lo anterior, se viene el punto clave del proceso, que es coordinar una reunión exploratoria entre el coach y su cliente para definir los términos generales del acompañamiento. Es importante establecer los acuerdos sobre el alcance, los recursos necesarios, el cronograma, el (los) coachee (s) involucrados y acordar el presupuesto para todo el proceso. Es esta etapa, el coach, se debe hacer cargo (a conciencia), si dispone de los recursos profesionales internos y externos necesarios para realizar el acompañamiento, sea individual y/o grupal. Con el acuerdo definido entre el cliente y el coach, éste último, debe dejar listo su equipaje para el proceso e inicia su viaje de acompañamiento con su cliente.
En nuestro artículo hemos comparado en sentido metafórico "el itinerario de un viaje con el ejercicio de la profesión de Coach", para ilustrar en forma ágil a profesionales insertos o con deseos de sumarse al mundo del coaching, sobre la importancia de prepararse a conciencia en esta profesión.
Ser consciente de tus fortalezas y tus oportunidades de mejora, te abre las posibilidades de expandir tu potencial, lo cual viene dado por un acto simple de humildad al aceptar que no puedes hacer "todo y de todo" en el Coaching.
En el mundo del Coaching, surgen diversas opciones y el profesional que ejerce de coach, debe tener claro que existen procesos que no son de su ámbito y pertenecen a otras especialidades como la psicología o psiquiatría. Además, hay temas que aún siendo competencias del Coach, tales como el Coaching ejecutivo, coaching deportivo o coaching de equipo, para mencionar algunos, se requiere de ciertas competencias superiores o distintas a las que pudiera poseer un coach en un momento dado, por su área de especialización. En este sentido, aceptar el crecimiento en la profesión y alcanzar las competencias necesarias para escalar otro nivel, es un acto honesto a nivel personal y a largo plazo te ofrecerá una amplia gama de oportunidades, por la confianza que indudablemente vas a generar en tus clientes.
Para ilustrar la idea anterior, considera un ingeniero constructor que antes de edificar una obra, estudia aproximadamente 5 años en la universidad y luego transcurren varios más asistiendo en proyectos, antes de liderar su propio proyecto. Una obra mal construida, es evidente, se puede apreciar a simple vista. Observando el diseño del arquitecto (expectativa) y luego apreciando la obra terminada (realidad). Mientras la brecha entre percepción y realidad sea más pequeña, la satisfacción del cliente será mejor. Igual ocurre en el coaching.
Algunas personas se inician en el coaching con la falsa creencia de que realizar una capacitación de coaching de 1 a 6 meses, es suficiente para considerarse coach, y no hay nada más alejado de la realidad. Si tomas el camino corto, te estás equivocando y en cualquier momento, te darás cuenta de que tu efímera imagen de coach se verá derrumbada. Realizar una o varias sesiones de coaching con un cliente implica estar preparado, no es solo "sentarse a escuchar y dar consejos". El coaching es empatizar, conectar, empoderar y exponenciar a tu cliente con sus objetivos y metas.
Ser coach profesional, requiere por los menos un par de años de estudios y otros tantos de práctica para formar un perfil adecuado y abordar procesos humanos. Construir tu imagen o marca profesional puede tomar años y destruirla, solo segundos.
A todos los profesionales que deciden ampliar su perfil incorporando el coaching, se les sugiere que establezcan bien su destino, realicen una bitácora de viaje, determinen tus recursos actuales y potenciales, sean conscientes de los posibles obstáculos, armen su ruta, y luego de todo esto preparen su itinerario como Coach. Considero sin temor a equivocarme, que la profesión de coach, será necesaria en todos los ámbitos de la vida personal y profesional a futuro.
Todo comienza con investigar con profundidad sobre el coaching, conocer sus beneficios y limitaciones, indagar cuáles son las asociaciones y escuelas reconocidas, consultar a profesionales con trayectoria, y tener en cuenta que a veces, lo más costoso no siempre es lo mejor.
Por último, si tienes alguna duda o inquietud sobre el artículo o requieres más información sobre la profesión de coach, puedes consultarnos sin ningún costo. Te dejamos nuestro correo: info@agilidadcoachingytalento.com, inclusive podemos agendar una reunión de 30 minutos para conversar sobre tus expectativas. En ese caso, envíanos un correo con tu interés de agendar una cita.