¡Me encanta utilizar esta metáfora para representar diferentes momentos o etapas en nuestra vida! En algunas situaciones nos podemos ver reflejados como "un pez dentro de una pecera". Sin embargo, muchos de ustedes se preguntarán, ¿cómo podemos compararnos con un pez dentro de una pecera?
A fin de poner en contexto al artículo, quisiera contarte brevemente que en mi profesión como coach profesional he tenido a lo largo de estos años la oportunidad de acompañar a personas en sus procesos de vida. El privilegio ha sido escuchar sus inquietudes, preocupaciones, sus fortalezas, oportunidades de mejoras, ese maravilloso “SER” que hay dentro que cada persona. Tuve la oportunidad de escuchar sus miedos, sus obstáculos, sus bloqueos y allí te das cuenta que si bien, hay personas que encuentran ese equilibrio en sus vidas, con inteligencia emocional, exitosas en su campo laboral, también hay otra parte de la población que quizás todavía no está lista para abandonar el acuario y dar ese salto que necesitan en sus vidas.
Me gustaría reflexionar sobre la pregunta anterior. Por ello, me planteé plasmar la misma en 4 etapas:
Etapa nº 1: Aleteando alrededor de mamá
Inicia cuando salimos de la adolescencia y entramos a la edad adulta, donde queremos decirle al mundo que ya somos independientes, terminando una profesión universitaria, donde en momentos pensamos en tener relaciones más estables, donde somos responsables de nuestras de nuestras propias decisiones y acciones. Pero no queremos todavía irnos del vientre de mamá. Queremos seguir nadando alrededor de ella. Porque mamá nos cuida, nos alimenta, nos protege de los peligros, nos da un techo para dormir y nos abriga. Y es allí cuando nos vemos reflejados como el pez dentro de la pecera, porque no queremos abandonarla y no nos encontramos preparados para aletear y nadar fuera del vientre de mamá. Talvez por comodidad, miedo a salir de esa zona de confort o simplemente el temor a explorar algo nuevo.
Etapa nº 2: Anclado en mis comienzos
Cuando nos preparamos con años de estudio y formación, haciendo carrera pero por circunstancias de la vida terminamos no ejerciéndola y tiempo después cuando necesitamos y queremos retomarla, entramos en pánico, no sabemos por dónde comenzar. Sentimos inseguridades y el miedo nos nubla al pensar que no estamos preparados; nos impide dejar nuestro espacio seguro para iniciar de nuevo, y en ocasiones preferimos anclarnos y quedarnos como el inicio, en vez de intentar arriesgarnos en nuevas experiencias profesionales.
Etapa nº3: Alrededor de la pecera
Se evidencia cuando llevamos muchos años en el mismo puesto de trabajo, haciendo lo mismo día tras día y donde “yo” sé que las oportunidades de crecimiento son muy limitadas, sin embargo, "decido" quedarme allí. ¿Por qué razón? En ocasiones puede ser, por costumbre, por miedo a no encontrar algo mejor, resistencia al aprender cosas nuevas o inseguridades al no sentirte preparado profesionalmente.
Etapa #4: Atrapado en mi propio cristal
Se presenta cuando sentimos que estamos sumergidos en nuestros propios pensamientos negativos, a veces intrusivos, y que nos sabotean cada logro, por pequeño que sea; limitándonos, reprimiéndonos, con temor a intentar algo diferente, algo nuevo...
Quedarnos en el mismo lugar por tanto tiempo, a largo plazo nos ancla e impide avanzar. Pero, ¿qué pasaría cuando la pecera se nos quede pequeña? Debemos estar alerta de los elementos que enturbien nuestro ambiente para poder reaccionar rápidamente, y animarnos a salir, a dar ese salto hacia lo nuevo que nos dará valiosos aprendizajes.