La primera impresión al analizar los términos “líder” y “coach” en forma independiente, es pensar que se encuentran ubicados en extremos opuestos de la línea de gestión de personas. Por ello, resulta fundamental comprender: ¿Qué es un líder? y ¿Qué es un coach?, en este sentido, veamos lo siguiente:
Ser líder, implica la existencia de seguidores, por lo menos uno. Un líder, es una persona con la capacidad para influir, motivar o inclusive imponer su criterio sobre una persona o un grupo o equipo de personas con el fin de alcanzar resultados, cumplir objetivos y/o metas del interés del líder y lo que representa.
Ser coach, es crear confianza, acompañar, escuchar, apoyar mediante la formulación reflexiva, objetiva y sin sesgos a una persona (coachee) o varias personas (grupo u equipo), quienes requieren definir y clarificar sus objetivos y/o metas con mayor conciencia y precisión para establecer y concretar planes de acción tangibles y alcanzables que permitan expandir su potencial individual o como equipo.
El líder privilegia el resultado personal o beneficio colectivo. El coach, siempre se orienta en el resultado de otro (coachee).
En el presente, el liderazgo organizacional es engañoso. Aún se piensa que el líder es aquel que ocupa la caja que le otorga la empresa. Muchas organizaciones pretenden sea de esta forma. A pesar de esto, es común, ver personas que no tienen una posición de poder y son verdaderos líderes, por su capacidad de influencia y carisma en la relación a su entorno y equipos, este liderazgo suele ser informal y espontáneo. Es por ello, entre otras razones, hay cada vez más deserciones en las empresas y en consecuencia más emprendedores que se vuelven protagonistas y lideres en sus proyectos.
El coach requiere preparación, entrenamiento y desarrollo en técnicas de coaching y comunicación, entre otras. Por supuesto, hay personas, que tienen fortalezas innatas: En la escucha, la comunicación y otras competencias requeridas por el coach, sin embargo, la principal fortaleza de un buen coach, es haber trabajado en su Ser, en su esencia como persona; en lograr tener un observador sin juicios y libre de creencias que le permitió un crecimiento personal consciente y una transformación que inició con un cambio de mentalidad (mindset) y que ahora le permite apoyar a otros. Para acompañar a otros hay que conocer el camino de la transformación.
En general, el líder actúa y se enfoca más en lo tangible, lo medible (resultados). El coach, actúa más sobre el "Ser" del coachee; en apoyar sus cambios de comportamiento desde su interior y exponenciar su reflexión de manera que se haga cargo e impulse sus resultados y logro en sus proyectos.
Con este preámbulo, consideramos que las organizaciones tienen como reto desarrollar el perfil del líder coach. La pregunta es, ¿se puede lograr desarrollar el perfil del Líder Coach? ¡Por supuesto!, sí se puede desarrollar el perfil de Líder Coach.
En mi criterio, las organizaciones tienen que transformar su pensamiento tradicional, y para ello deben internalizar una premisa básica: El liderazgo primordialmente, puede ocurrir de dos formas: a) Innata y b) Adquirida mediante el desarrollo. En ambos, se requiere de un crecimiento personal y profesional. Desde mi observador, todo comienza con una simple reflexión:¿Qué deben hacer las empresas para disponer del talento necesario como Líder Coach? Básicamente, deben: Identificar, desarrollar y comprometer el talento.
Identificar: Descubir su talento. Conseguir las personas con el potencial para involucrarse, crecer y sumar en la organización.
Desarrollar: Lograr que las personas puedan cruzar el mapa organizacional muchas veces, obteniendo resultados colaborando con otros.
Comprometer: Mantener personas que se muevan con pasión y orgullo de pertenecer y con la motivación para contagiar su optimismo al resto de la organización.
A los efectos de este articulo, persona y talento son equivalentes. El talento, se encuentra en las personas, a mayor cantidad de personas mayor talento, por ello, una vez identificado y disponible el talento, manos a la obra, es hora de empoderar y generar la transformación hacia el Líder Coach.
En conclusión, en los años venideros el Líder Coach tendrá un rol estelar. Las organizaciones serán más planas con marcos de trabajo más colaborativos y menos burocracia, donde las personas deberán poseer la capacidad de ejercer el liderazgo de una forma distinta: escuchando, empatizando y liderando desde el Ser.